Pasatiempo

Tengo todavía la capacidad de darme cuenta de que ya no hay nada que entender. Eso es fantástico. Ahora hay que arriesgar lo suficiente como para también darse cuenta que no siempre sale cruz. Llenar ratos muertos elucubrando fracasos es un pasatiempo estúpido cuya resolución pasa por sonreirle al corazón. Decirle cuatro cosas imaginativas ahora que apunto alto en las noches de insomnio, pedirle cena para dos, tumbarse en la carretera para ver las lágrimas de San Lorenzo mientras lloras estrellas fugaces, o quizás esperar que ésta cálida noche de agosto vuelva a ser cálida en enero entre tus piernas, por mucho que no tengamos aún la suerte de conocernos. No amanecerá tan deprisa como para que dé tiempo a sacar conclusiones definitivas sobre la conjugación del verbo amar. Cuando lo haga,  prometo aprender con paciencia infinita todas las técnicas de caligrafía, para tatuarlo con mis propias manos en el mapa desnudo de tu piel.

Comentarios

  1. No sé si quiero entenderlo todo pero me esfuerzo en racionalizarlo, eso sí. Pues hace algún tiempo que dejaron de sorprenderme. Me cuesta creer en un futuro, será por lo que insisto en soñar, soñar y soñar.

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  2. Tus palabras son como estrellas fugaces que alumbran la noche, nunca más oscura y solitaria

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