La plaza
Pretendía escribir una carta lo suficientemente pretenciosa como para olvidarla de inmediato, pero estoy absorto en el empedrado de esta plaza. Losas de granito recogen en cuadrados los guijarros, simétricos, rematados en forma de cruz. Y se me antoja difícil recordar cada pisada mía, cada cuerpo infinito sobre la dureza del piso, ya desgastado por el paso del tiempo.
Pájaros picoteando migas de pan. Gatos al acecho. Una estúpida carta que jamás escribiré porque no tiene destinatario. Esta plaza de piedra centenaria que también soportó mis pisadas en otros días de mayo.
Arrugaste el papel con tu indecisión y con ese gesto la plaza contuvo tu deseo marchito, y aquellas pisadas que no podían ser más que arrepentimiento.
ResponderEliminarabsorto es una palabra que nos rapta , nos seduce y nos abduce a total voluntad
ResponderEliminary lo disfrutamos a concho
al menos el empedrado de la pza se hizo un portal en la mente y en las sensaciones observadas
buena jornada
te dejo mi blog actual
http://estepariazul.blogspot.com