Veleta

Dibujo lluvia sobre las tejas rojas y toco una canción metálica en la triste veleta. Se mueve al compás del viento, casi igual que yo. La diferencia fundamental es que ella se deja llevar y yo voy a la contra, luchando de cara contra los elementos. Soy una veleta descastada, muy orgullosa de su erguido penacho azul; un poco oxidada; un poco olvidadiza; siempre empeñada en apuntar hacia ese trozo de cielo donde al parecer se avista una tormenta,  para luego dibujar la lluvia sobre las tejas rojas y tocar de nuevo mi metálica canción.

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