La caída

Moby en el portátil a todo volumen. Hago de sus notas un panegírico contra el dolor, a ritmo de Porcelain, mientras despojo de sal estas líneas. Procuro escribir palabras que rimen con sol y alegría, pero me salen raras, como si algo profundo acabara torciéndolas. Debe ser el frío que me recorre la espina dorsal, justo en el borde del acantilado. Sopla viento sur, y trae notas de canciones breves, ligeras como un largo sueño de primavera; sin previo aviso, una tormenta se desata desde el norte. Los jirones de bruma esconden un espejismo cargado de mentiras, deseos , promesas incumplidas, y todo torna a ser gris y violento. No sé si en el sueño apareces tú, con la ira de marzo castigando tu pelo. Tu perfil griego, la línea helada de tus labios apretados y los ojos encendidos en cólera. Hace nada eran líneas amables las que cruzaban tu rostro, y sonreías como una niña desperezándose frente al espejo. Tienes fija la mirada al frente, más allá de la espuma rompiente de las olas, como si en vez de oscuridad, hubiera una luz cegadora que te tuviese atrapada. No sé si en el sueño aparezco yo, asombrado de tal transformación. Creo que sí, al menos la sombra de mí. Alargo mis brazos para recogerte pero un muro invisible detiene mi avance. No me ves, y si por un momento notaras de refilón mi angustia, no te conmovería. Avanzas un paso más hacia el frío, pero soy yo quien cae al abismo.

Comentarios

  1. "Tu perfil griego, la línea helada de tus labios apretados y los ojos encendidos en cólera......." pude sentir el frio del marmol en esta frase

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario, el loco.. pasaré a visitarte.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Sordo y ciego

Movimiento.

Secretos