Un beso en el aire


Al ver que cruza sin prisa la tarde,
empieza el recuento de los minutos vacíos,
que gasté amasando perezas y amarguras,
que maté condenándome a vagar en el olvido.

Y miré atrás, allá en el fondo del valle;
desde lo alto, miríadas de pueblos antiguos;
sendas ocultas entreveradas de hermosuras,
al margen de mi vida; ya fuera de mi camino.

Desde mi montaña cubierta ya de nieve
oteo el horizonte de mis pasos perdidos.
Dejo el atardecer con nubes de levadura,
y un beso para ti en el aire, amor mío.

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