Rezar

Mira, mira, mírate dentro;
escucha cómo tus latidos acompasan la lucha interior;
silencia el rugido de tus trocitos de Hombre;
ponte rejas, sujeta con fuerza la imaginación.
Ahora que sientes cómo fluye por tus venas la vida,
ahora que abres de golpe los secretos del corazón,
y el amor convierte tus palabras en poesía,
es tiempo de que te pongas al habla con Dios.

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