Algún día te llevaré a Nueva York


-"Algún día te llevaré a Nueva York"-, me dijiste. Aquellos días al único sitio donde quería que me llevaras era al centro mismo de tu cama. Aprendí de memoria tu paisaje desnudo y el contorno firme de tu cuerpo, y bebí de él hasta saciarme. Mientras dormías, yo recorría tus cauces con la yema de mis dedos, impaciente, febril hasta hacerte notar mi excitación; tú te desperezabas ronrroneando, y me preguntabas ufano -"¿Todavía quieres más?"- No podía imaginar nada mejor que vivir contigo. Cuando me enseñaste el estudio donde vivías, en que apenas cabían apretujados tus libros, y ese sofá raído, y esa ventana con vistas al cambiante equilibrio del mar, me pareció la isla desierta donde yo quise siempre naufragar. Allí me juraste que ibas a quererme siempre. Ahora yo te juro que me lo vas a pagar.

Todo está convenientemente preparado. He repasado mil veces el plan y creo que no me dejo ningún detalle a la ligera. Tengo la maleta preparada en el fondo del armario, el pasaporte con el visado en regla y una tarjeta de embarque para Nueva York. Dentro de poco llamarás a esa puerta, y yo fingiré. Fingiré como he hecho estos dos meses ahogando mis lágrimas hasta que tú desaparezcas; no me daré cuenta de su perfume en tu camisa, ni romperé mi voz aunque imagine de dónde vienes. ¿Cómo he podido aguantar? ¿Acaso creíste que nuestro amor no iba a tener consecuencias? ¿Acaso pensaste que alguna vez te iba a dejar? He afilado mis penas en este cuchillo todo este tiempo, y ya he visto tu cara al decirte adiós. Sin decir palabra, te daré un largo beso, intenso y suave como fuimos nosotros, mientras mi mano se levantará sigilosa, y caerá sobre ti. No, nada te hará sospechar que una pequeña parte de tu dulce cuerpo, amor mío, viajará conmigo a Nueva York.

Llaman a la puerta.

Comentarios

  1. Estupenda prosa, con ese final enigmático ¿Qué parte se llevará a New York, el corazón acaso, o quizá algún apéndice? ;-)

    Muy buen texto, me ha gustado muchísimo, sobre todo tu forma de tratarlo.

    Saludos
    Narci

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Pues yo prefiero no averiguarlo, Narci, no sea que se anime la muchacha a por más..:)

    Un saludo.

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  4. Buena mezcla de amor y perversidad, seguramente lo uno conduce a lo otro cuando es el rencor el que guía nuestros actos. Estupenda narración.

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  5. Gracias, Maribel. Es un placer leer tus comentarios, sobre todo viniendo de una persona que escribe magníficos relatos. Un abrazo.

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