Un error fatal.


¿Qué haces fregando a estas horas, mujer? ¿No ves que se te va la vida como esa espuma de jabón con olor a frutas tropicales? ¿No te das cuenta que ya no logras ver amaneceres cuando miras por la ventana, sino que arrojas con fuerza el despertador contra la pared? ¿Quién te juró sentir lo que sientes cada día? ¿Quién te recogió los sueños y los hizo suyos, cambiando el argumento hasta deslizarlos por la corta pendiente del abismo? ¿A quién podemos culpar de que aquello que venía prometido no tuviera cumplimiento?

Sin duda, todo ha sido un error. Unas pequeñas decisiones, imperceptibles a lo largo de ese tiempo que nunca cambia hasta que todo es distinto, han torcido mis brazos, mis piernas en espiral, hasta convertirme en un nudo deshecho para ti.

Olvidarte no va a ser fácil, pero la esperanza existe para cosas como ésta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sordo y ciego

Movimiento.

Secretos