Primera entrada.

Seis de enero. Día de risas y regalos. Día de sueños cumplidos y caritas de chuches envueltas en papel de celofán. Sus Majestades los Reyes Magos han pasado de puntillas por casa de forma generosa. A mi me han traído una guitarra eléctrica y un poco ecléctica: servirá para descargar mis corrientes malhumoradas de cuando en cuando, o quizá sirva para desatar los temporales en el abismo de mis pensamientos. ¿Os imaginais yo con una guitarra eléctrica entre mis torpes manos? Yo que no soy capaz ni de tocar la piel de otros, por miedo a sus reacciones. Tocar, componer, interpretar, se me antoja absolutamente imposible.

Yo que soy el absurdo personificado. Yo que quiero ser, y no me dejo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sordo y ciego

Movimiento.

Secretos